No es lo mismo comer un queso directamente de la nevera que degustarlo 20 minutos después. Ni sabe igual una cerveza que guardas en tu despensa o una cerveza bien fría de la nevera. ¿Por qué debería ser diferente con un vino? La temperatura importa. Y si investigas cuál es la ideal para cada alimento, te sorprenderás disfrutando de sabores, olores y matices que jamás habrías imaginado.
¿Por qué los vinos se sirven a más o menos temperatura?
Lo primero que debes saber es que la temperatura de un vino jamás debe exceder los 20 grados. El arco de temperatura aceptable se encuentra entre los 5 y los 18 grados, ya que por encima pierden sus matices y por debajo ocultan secretos. ¡Que no te engañen! El frío excesivo en un tinto, por ejemplo, puede esconder un mal vino.
Así que olvida el dicho popular sobre servir el vino a temperatura ambiente. Cada vino tiene su temperatura perfecta para brillar, y en Celler Piñol vamos a explicarte cuál es la mejor para cada tipo de vino. ¡Empezamos!
Vino blanco dulce
La temperatura ideal para disfrutar de un vino blanco dulce es el frío, unos 8ºC. ¡Por ejemplo nuestro Josefina Piñol Blanco! El frío aumenta la sensación de dulzor en el paladar y disminuye la sensación de acidez, permitiéndonos disfrutar del sabor dulce y delicioso de este tipo de vinos. En el caso de Josefina Piñol, apreciaremos mejor sus notas ahumadas y sus aromas afrutados de piel de plátano, dátiles y naranja confitada.
Vino blanco seco
La temperatura ideal para apreciar la personalidad de un vino blanco seco es entre 8ºC a 10ºC. Esta temperatura neutra, ni fría ni elevada, te permitirá apreciar los aromas de vinos como el Nª Sra. del Portal Blanco, un blanco seco insignia en Celler Piñol que en boca resulta amplio, de excelente acidez y con un recuerdo floral.
Vino tinto joven
La temperatura ideal para servir un tinto joven es entre los 12ºC a los 14ºC. Estos vinos se beben con cierto frescor para atenuar el sabor del alcohol. En Celler Piñol te animamos a probar nuestro Raig de Raïm Tinto y comprobar cómo disfrutarlo a la temperatura adecuada potencia sus notas de roble y hierbas aromáticas o su aroma de frutos rojos.
Vino tinto crianza
Un vino de crianza tiene mayor carga de taninos y menor acidez que un tinto joven. Por ello, la temperatura ideal para beber un vino tinto de crianza es entre los 14 y los 17ºC. Esta temperatura te permitirá apreciar su profundidad y su complejidad aromática. ¿Quieres comprobarlo? Nuestro Mather Teresina con crianza de 18 meses en barricas de roble francés y potentes aromas ahumados se presenta voluntario para la cata. ¡No lo dejes escapar!
¿Te han gustado nuestras sugerencias? Pon a prueba la temperatura de cada vino desde casa o, si necesitas nuevos fichajes para tu vinoteca, visita nuestra web. Te garantizamos que redescubrirás los vinos de la Terra Alta como nunca, winelover.
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